Leyendas africanas para niños: El zorro y el camello

Leyendas africanas, el zorro y el camello

Leyendas africanas:  El zorro y el camello es una historia de origen africano. Como toda leyenda, se trata de un relato que se transmite de padres a hijos, y estos hijos cuando crecen, se la transmitirán a sus hijos. Se trata de una historia muy peculiar donde nuestros protagonistas son animales y desarrollan acciones de las que podemos aprender un par de cosas.

 

Leyendas africanas: El zorro y el camello

En algún campo del mundo había un zorro llamado Horacio que era muy feliz cazando animalitos más pequeños para alimentarse. Horacio disfrutaba muchísimo de comer lagartijas, eran sus favoritas. Todo iba bien, hasta que un día estuvo buscando lagartijas hasta el cansancio pero se dio cuenta de que no había más, ya se las había comido todas. El pequeño zorro sabía que si cruzaba el río, encontraría más lagartijas; pero él no sabía nadar. Más tarde se encontró con Alejandro, un camello enorme y que era muy buen amigo del zorrito.

-Hola, Alejandro. ¿Cómo estás?-dijo el zorro.

-De maravilla, Horacio. ¿Tú cómo estás?-respondió el gran camello.

-Muy bien, debo mostrarte algo.-agregó el pequeño zorro-. Sé que te gusta mucho la cebada y encontré un campo de cebada enorme, ¿qué dices si te llevo hasta allá?

Alejandro amaba la cebada, así que aceptó sin dudarlo ni un segundo. El zorro se montó en una de sus jorobas y comenzó a indicarle el camino. Para el camello no había ningún problema para cruzar el río. Cuando llegaron al otro lado, Horacio le mostró los campos de cebada a su amigo y se fue en busca de lagartijas. Cuando el zorro comenzó su cacería, se emocionó mucho y gritó y saltó sin parar. Todo este ruido llegó a una casa cercana del campo de cebada. El hombre de la casa salió con su hijo mayor a ver qué pasaba, sabían que podía ser un zorro así que fueron con unos palos para defenderse, pero sólo encontraron al camello y lo golpearon porque se estaba comiendo la cebada.

Alejandro quedó tirado en el piso y un rato después llegó Horacio a decirle que era hora de irse.

-Vámonos, Alejandro, estoy satisfecho.-dijo el zorro.

-No debiste gritar.-respondió Alejandro.-¿Por qué lo hiciste? Me han golpeado muy feo por tu culpa.

-No es para tanto.-le dijo Horacio, despreocupado.-Siempre lo hago cuando cazo lagartijas.

-Bueno.-agregó el camello, molesto.

El zorro se montó en las jorobas del camello y comenzaron a cruzar el río. Y ya, casi al llegar, el camello comenzó a bailar.

-¡No hagas eso!-gritó Horacio.-¿Por qué lo haces?

-No es nada, siempre lo hago cuando como cebada.-respondió el camello.

Horacio, el pequeño zorro, cayó al agua y como pudo llegó a la orilla mojado y muy asustado. Y el camello Alejandro terminó de cruzar sin problema alguno. Así que el zorro tuvouna buena lección.

 

Moraleja: Todo lo que hacemos afecta los demás.

El zorro gritó porque es algo que acostumbraba a hacer, pero no pensó en su amigo el camello que lo ayudó a cruzar el río. Es muy normal que hagamos cosas sin darnos cuenta, pero debemos tener cuidado porque puede que nuestras acciones le hagan daño a alguien más. El camello comenzó a bailar para hacer que el zorro cayera al agua y darle una lección. Esta es la moraleja de El zorro y el camello.

 

© 2018  Leyendas africanas del zorro y el camello es una historia de origen africano. Leyendas cortas infantiles. Educapeques

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