Mujer, migrante y sin regularizar: radiografía de las barreras de acceso a la sanidad pública en Canarias

La presidenta de Médicos del Mundo en Canarias, Elena Lugli (d) y la técnica coordinadora del II Informe de barreras al Servicio Canario de Salud, Laura Pérez (i), presentaron este lunes las conclusiones de este documento, en el Día Internacional de la Salud. EFE/ Ángel Medina G.

Alicia Justo

Las Palmas de Gran Canaria —

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Personas en situación de vulnerabilidad en Canarias, especialmente mujeres, siguen encontrando dificultades en el acceso al Servicio Canario de Salud (SCS). Médicos del Mundo ha alertado de que durante 2024 atendieron en las Islas a 2.491 personas debido a que vieron limitado o imposibilitado su derecho a la salud, de los cuales la gran mayoría era población extranjera. “La principal discriminación viene de la norma, la cual deja fuera a población que ya tiene las cosas difíciles. Ha calado mucho la idea de que si eres migrante en situación irregular no tienes derecho”, alerta Laura Pérez, técnico de atención sanitaria de la organización.

En la presentación del tercer informe Barreras 2024 al SCS en poblaciones vulnerabilizadas, la entidad ha detallado que el 86% de las personas entrevistadas eran mujeres y casi el 88% procedía de un país extranjero. En el caso de las mujeres, la mayoría era originaria de Latinoamérica, mientras que los hombres eran predominantemente del continente africano. La entidad revela que el perfil de la persona afectada es el de una mujer, migrante, víctima de algún tipo de violencia, en situación de pobreza y con dificultades para obtener la regularización. Médicos del Mundo subraya que las mujeres con las que trabajan llegan a las Islas en condiciones de extrema vulnerabilidad y que muchas de ellas ya vienen de países con sistemas de salud deficientes y con un limitado acceso a la atención sanitaria adecuada.

La principal barrera a la que se han enfrentado las personas atendidas por la organización es la administrativa o legal. Estas trabas hacen referencia a la falta de documentación acreditativa o a las dificultades en la asistencia a personas solicitantes de asilo. Sin embargo, entre las barreras administrativas destaca la dificultad para la obtención de la tarjeta sanitaria. Médicos del Mundo remarca que cerca del 40% de las personas entrevistadas para la elaboración del informe no disponían de este documento. Para su obtención, los centros sanitarios exigen el empadronamiento, el cual es a su vez un trámite que algunos ayuntamientos dificultan a la población migrante. Pero también se solicita un periodo de estancia mínima: “Se sigue aplicando en Canarias este requisito aunque no esté directamente recogido en el RD 7/2018 por el que la persona tenga que estar empadronada durante tres meses en Canarias”, detalla la presidenta de Médicos del Mundo en Canarias, Elena Lugli. Esto puede tener consecuencias en el acceso a tratamientos de enfermedad crónica o a la interrupción voluntaria del embarazo.

Pérez resalta que la inscripción en el padrón municipal es “harto complejo”, sobre todo para mujeres en contexto de prostitución, personas en situación de sinhogarismo y migrantes recién llegados. La técnica matiza que la demostración de la residencia en las Islas también podría hacerse a través de un contrato de alquiler, recibos o un informe del trabajador social en el que se especifique su lugar de residencia. “Entendemos que en otras comunidades esta barrera está resuelta; por lo tanto facilitar el acceso a la salud por una vía alternativa al empadronamiento es para nosotras una de las cosas fundamentales para que la gente pueda tramitar su tarjeta sanitaria sin excepción”.

La imposibilidad de tener tarjeta sanitaria ha afectado a mujeres embarazadas. Tal y como relata Médicos del Mundo en su informe, en 2024 estuvieron en contacto con varias mujeres embarazadas en situación administrativa irregular, las cuales al acudir al centro de salud para tramitar la tarjeta sanitaria y acceder al sistema público, se les denegó su tramitación ya que debían estar empadronadas un mínimo tres meses. “Contraviene no sólo su derecho (recogido en la Ley del 7/2018) sino que supondría en muchos casos el avance de la gestación por encima de las 14 semanas permitidas por ley para la realización de una interrupción”, subraya la entidad en el documento.

“Tener la tarjeta no significa que las barreras desaparezcan”, remarca Pérez. La entidad apunta a las barreras económicas como otro de los principales obstáculos. Pone como ejemplo, la emisión de facturas por acudir al centro de salud una vez caducada la tarjeta sanitaria sin previo aviso o los costes de medicamentos, que aun con tarjeta sanitaria, algunos entrevistados manifestaron que eran incapaces de afrontar, lo cual repercutiría en la continuidad de su tratamiento. En este sentido, la organización reclama que se garanticen los medicamentos a las personas con bajos recursos, facilitando la exención de pago y que se suspendan las facturaciones en los servicios de urgencias.

En este apartado, Médicos del Mundo alerta sobre la pobreza farmacéutica y la hipermedicalización, dos fenómenos que para la entidad están interconectados. En su informe, resalta que la ansiedad en las mujeres ha sido tratada con benzodiacepinas o antidepresivos sin hacer un análisis profundo de sus factores sociales, laborales o familiares o que la población racializada sufre un sobrediagnóstico de enfermedades mentales. “La antropología médica crítica cómo la hipermedicalización puede desviar la atención de las causas estructurales de las desigualdades en salud, como la pobreza o la exclusión social”, sostiene el informe.

Las personas en situación de vulnerabilidad pueden sufrir estigma, prejuicios y discriminación que se producen en forma de comentarios y actitudes que refuerzan la desigualdad. Por ello, para Médicos del Mundo se hace necesaria la formación y sensibilización con una mirada antirracista y de género con el objetivo de que los profesionales de salud identifiquen y transformen estereotipos. “Los comportamientos xenófobos y el maltrato verbal que padecen personas migrantes por parte de algunas personas trabajadoras del SCS cuando acuden a solicitar atención sanitaria, contribuyen a incrementar la desinformación y continúan siendo una lacra que el SCS debe erradicar sin mayor dilación”. La organización, además, sostiene que han detectado diferentes dificultades según si la persona iba acompañada por algún miembro de Médicos del Mundo o si iba sola. Estas barreras informativas se manifiestan en informaciones contradictorias o en la falta de compresión de la norma por parte del trabajador, lo cual le lleva a solicitar documentación que no es necesaria para la tramitación de la tarjeta o a la realización de procedimientos que no son necesarios para personas que tienen garantizado el acceso. Por otra parte, para luchar contra la barrera idiomática, Médicos del Mundo recomienda que los centros sanitarios cuenten con servicios de traducción e interpretación y con personal de mediación intercultural para asegurar que la información sea comprensible y adaptada culturalmente.

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